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El Congreso atiende a satisfacer necesidades profesionales de actualizarse en el conocimiento de la administración societaria y la alta dirección

La propia definición y delimitación de la posición del administrador social, no siempre exenta de situaciones imprecisas (administración de hecho, persona física representante del administrador persona jurídica…) comienza por configurar la base de una figura que en algunos casos opera como una verdadera profesión, y que requiere tanto de un conocimiento directo de su régimen legal por parte de quien desempeña el cargo, como por parte de todos los profesionales del asesoramiento societario/empresarial.

Íntimamente ligada a lo anterior (hasta el punto de existir situaciones de confusión) aparece la figura del alto directivo que, junto a aspectos de interés coincidentes con el administrador social, presenta también peculiaridades propias que requieren de atención. A la unión temática de estas dos figuras, y el análisis de problemáticas concurrentes o específicas, se dirige el Congreso. El interés creciente del gobierno societario, el nivel profesional de los integrantes de los órganos de administración, así como el importante número de empresas que ofrecen asesoramiento en esta área, abre la posibilidad de desarrollar en el Congreso importantes relaciones de networking entre los asistentes