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El objetivo de empleo de la “Estrategia Europa 2020” — aumentar la tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años al 75% — implica que las personas en Europa tendrán que trabajar durante más tiempo, lo que nos plantea riesgos laborales que emergen de factores socio-laborales, como el envejecimiento de la población activa.

Ante este panorama, la Comisión Europea aprobó el Documento “Comunicación de la comisión al parlamento europeo, al consejo, al comité económico y social europeo y al comité de las regiones relativa a un Marco estratégico de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo 2014-2020 (2014)” , que contempla como uno de sus retos principales afrontar el cambio demográfico identificando como objetivos la gestión del envejecimiento de la mano de obra, los nuevos riesgos emergentes y la prevención de enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas con el trabajo.

La “Estrategia Vasca de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015 – 2020”, recogió una línea de actuación consistente en promover la seguridad y salud de colectivos de trabajadores específicos, proponiendo como una de sus medidas fomentar la identificación y el intercambio de buenas prácticas para me­jorar el nivel de protección de determinados colectivos de trabajadores, como los temporales, jóvenes, trabajadores de edad avanzada y muje­res, y realizar un análisis de las consecuencias del envejecimiento de la pobla­ción activa en el ámbito laboral, y más específicamente en la siniestralidad.

En la C.A. de Euskadi, el documento “Proyecciones de población 2026 “ (EUSTAT) señala que el envejecimiento de la pirámide de edad puede sintetizarse en la conclusión de que en el horizonte de la proyección (2026) casi la mitad de la población vasca tendrá 50 o más años.

Por esta razón, en la “Estrategia Vasca de Seguridad y Salud en el Trabajo 2015 – 2020” se contempló una línea de trabajo consistente en fomentar la investigación para generar conocimiento aplicable en las empresas, centrada en tener en cuenta el envejecimiento de la población activa y la prolongación de la vida laboral, y desarrollar la empleabilidad a lo largo de toda la vida para hacer frente a las cambiantes capacidades de las y  los trabajadores a causa del envejecimiento.

Continuando en esta línea estratégica, OSALAN – Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales identificó el envejecimiento de la población trabajadora como uno de los retos más importantes e inmediatos en materia de Prevención de Riesgos Laborales.

Consciente de que una institución como OSALAN – Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales no sólo no podía quedar al margen de las iniciativas en este sentido sino también de la necesidad de asumir un papel proactivo en la materia, entre las diversas actuaciones relacionadas con el envejecimiento de la población trabajadora ha decidido impulsar el Curso de Verano sobre Envejecimiento y Prevención de Riesgos Laborales.