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Cualquier tipo de violencia ejercida sobre los niños, niñas y adolescentes (NNA) así como sobre otras personas especialmente vulnerables, constituye un fenómeno de especial preocupación pública que obliga a unificar las fuerzas desde los diferentes instituciones. En la mayoría de ocasiones esta violencia ocurre en contextos íntimos y privados en los que normalmente no hay otras personas que puedan testimoniar sobre los hechos. Esta intimidad y secretismo, junto con la singularidad del propio procedimiento judicial de investigación, se convierten en un gran desafío para los profesionales encargados de la obtención y de la valoración de esos testimonios de NNA y de personas con D.I. para que esta tarea sea realizada con la mayor calidad posible, proteja a estas personas vulnerables de segundas victimizaciones y respete las mayores garantías jurídicas que el proceso judicial requiere para las personas investigadas.

La entrevista forense que se realiza para la prueba testifical preconstituida de NNA es atribuida, dentro del modelo Barnahus que se está implantando en Euskadi, al Equipo Psicosocial Judicial, promoviendo un modelo para cuyo desarrollo utiliza como pilares fundamentales la capacitación del entrevistador en protocolos de entrevista forense basados en la evidencia empírica (como son los protocolos NICHD así como los protocolos de los National Children’s Advocacy Centers). La propia L.O. 8/2021 de protección integral a la infancia y adolescencia frente a la violencia, en su disposición final vigésima, garantiza la especialización de los órganos judiciales, de la Fiscalía y de los Equipos Técnicos, estableciendo y regulando su composición y funcionamiento, así como la forma de acceso a los mismo, de acuerdo con los criterios de especialización y formación.

El presente espacio formativo pretende avanzar en la unificación de estándares y buenas prácticas basadas en la evidencia que mejoren la obtención y valoración de los testimonios de NNA y de personas con D.I. que han sufrido algún tipo de violencia, testimonios que en muchas ocasiones se recogen en formato de prueba preconstituida durante el procedimiento judicial mediante un modelo que se fundamenta en tres pilares básicos: a) En el interés superior de los NNA, protegiéndolos de victimización secundaria; b) en la recogida de la declaración del NNA por personal especializado que garantice un testimonio de la mayor y mejor cantidad y calidad posible y c) en la materialización de los derechos de la persona investigada y las garantías necesarias para el proceso judicial.