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La institución del Ararteko ha mantenido siempre una especial preocupación con respecto a la segregación escolar y a las consecuencias que esta realidad implica para la equidad y cohesión de la sociedad vasca. Por ello ha venido interviniendo repetidamente precisamente para preservar y promover esa cohesión social. Para el Ararteko, la consecución de objetivos ligados a la planificación educativa, como el de promover un mayor equilibrio en la composición social de los centros educativos, favorece una escolarización inclusiva y equilibrada del alumnado.

Los compromisos de actuación que fueron incorporados al Acuerdo de Bases para la Transformación de la Educación Vasca han llevado a una importante actualización de la normativa sobre planificación escolar y sobre admisión y escolarización del alumnado.

Dan muestra de ello el Decreto 30/2023, de 28 de febrero, de modificación del Decreto por el que se establecen los criterios de ordenación y planificación de la red de centros docentes de la enseñanza no universitaria en el ámbito de la CAPV, el Decreto 132/2022, de 2 de noviembre, de modificación del Decreto sobre admisión y escolarización del alumnado en centros públicos y privados concertados y la Orden de 27 de diciembre de 2022, del consejero de Educación, por la que se establecen las bases reguladoras para la escolarización del alumnado fuera del proceso ordinario.

Los cambios introducidos, en especial la medida de reserva de plazas para el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo,no ha estado exenta de cierta controversia. De hecho, en el curso 2023-2024, han sido numerosas las familias que se han dirigido al Ararteko por las decisiones en los procesos de admisión de alumnado en los centros educativos de Euskadi reclamando la libre elección de centro para sus hijos e hijas.

Cohonestar derechos, necesidades y sensibilidades e integrarlos en la imprescindible planificación educativa es un gran desafío no solo para el sistema educativo, sino también para el conjunto de la sociedad vasca, ya que es necesario mantener los equilibrios esenciales de una sociedad cohesionada capaz de garantizar la igualdad de oportunidades de todos los niños, niñas y adolescentes a la hora de poder acceder al conocimiento, a la cultura y a un futuro profesional prometedor.