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Ponente: Daniel Innerarity, Catedrático de filosofía política y social, Investigador IKERBASQUE en la Universidad del País Vasco y Director del Instituto de Gobernanza Democrática

Moderador: Álvaro Lobato Lavín, Patrono fundador de FIDE.

Objetivos Las modernas sociedades occidentales han adquirido un nivel de complejidad que no se corresponde con las estructuras políticas e institucionales que las gobiernan porque fueron diseñadas para un mundo lineal y simplificado que, sencillamente, está desapareciendo. Para conservar los indudables logros de la democracia resulta imprescindible introducir complejidad en lo político. Precisamente la democracia, por su flexibilidad y adaptación es probablemente, el régimen ideal para gobernar las sociedades complejas. Esa complejidad requiere una adecuación de la política a las estructuras de los sistemas complejos que permiten la gestión de procesos no lineales en la naturaleza y la sociedad. Lo que esto significa es una nueva forma de gobernar las sociedades democráticas e implica una nueva geometría política con múltiples centros de poder que permitan hacernos cargo de los retos que configuran la nueva sociedad digital acentuando las propiedades democratizadoras de las redes y los nuevos fenómenos de desintermediación. Este nuevo modelo de democracia compleja implica ampliar la base electoral tradicional, un nuevo concepto de igualdad y un nuevo estilo cognitivo de gobierno, cuestiones éstas que serán abordadas en el curso de la sesión.