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La irrupción repentina de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha abocado a empresas y empleados a recurrir al teletrabajo como respuesta a la necesidad de distanciamiento social.No obstante, una vez superada esa primera fase, las empresas se están planteando revisar sus políticas de teletrabajo o implantarlo como parte de las formas de trabajo, incluso como herramienta de reducción de costes. Esta tendencia ha dado lugar incluso a que, recientemente, el gobierno publique una consulta pública previa a la elaboración de un proyecto normativo que regule el trabajo a distancia. Pero surgen multitud de dudas a la hora de abordar dicho mecanismo y que trataremos en esta sesión:

1. ¿quién debe correr con los gastos?

2. ¿puede implantarse de forma obligatoria para los empleados?

3. Tras el confinamiento ¿me lo pueden exigir, como parte de los derechos de conciliación familiar?

4. ¿y qué pasa con la prevención de riesgos, el registro de jornada…?

Éstas y otras dudas se abordarán en una jornada, de una forma eminentemente práctica.